Llegada a del conejo a casa
Cuando llega un conejo a casa es importante tener en cuenta algunos protocolos sanitarios y de adaptación para evitar problemas y hacerlo todo más sencillo.
Cada caso y cada casa
La adaptación de cada conejo dependerá de varios factores. La procedencia, la edad, la presencia de más conejos, de niños u otros animales en la casa requerirán de diferentes estrategias.
Los conejos son animales presa, que tienden a sufrir mucho estrés en situaciones de cambios y novedades. El cambio de lugar y todo lo que conforma su entorno (olores, espacio, elementos a su alrededor, sonidos, comida) es un reto para un conejo. Especialmente delicados son los gazapos destetados antes de tiempo que son todos los que se venden en tiendas y la mayoría de los criadores. También los conejos recién rescatados de situaciones de abandono o negligencia, que suelen presentar un estado de salud y nutrición precario, son vulnerables a enfermedades latentes que se vean activadas por la bajada de defensas que produce el estrés. Debemos ser conscientes de que el estrés en los conejos no suele ser evidente. Los signos de estrés en conejos son muy sutiles y solo detectados por personas muy acostumbradas a lidiar con conejos estresados. Lo mejor es seguir unas pautas para minimizar el estrés de todo tipo independientemente de que este nos resulte obvio o no.
Adaptación térmica.
Si el conejo viene de vivir a una temperatura muy diferente de la de la casa, por ejemplo viene de vivir en exterior en invierno, debemos hacer una transición lenta de varias semanas a la temperatura ambiente. De otro modo pueden sufrir un golpe de calor. Los conejos necesitan adaptar su pelo a la temperatura a la que viven y es un proceso lento.
Es conveniente tener un termómetro en la zona donde esté el conejo. La diferencia de temperatura con el lugar de donde viene no debe ser superior a 10 grados. Pasada un semana podemos variando la temperatura pero muy poco a poco para que el pelo se vaya adaptando.
Protocolo sanitario
Visita al veterinario
Cuando un conejo llega a nosotros es posible que no haya pasado nunca por el veterinario. Dependiendo de su procedencia, su estado sanitario puede ser muy diverso. Si el conejo se ha adoptado en una protectora, normalmente los conejos han pasado por un veterinario de exóticos, han sido revisados, esterilizados y vacunados. Pero no todas las protectora tienen los mismos protocolos, conviene informarse de todo al adoptar. Si el conejo viene de otra procedencia las probabilidades de haber pasado por un veterinario son mucho menores, por tanto concertar una cita con un veterinario de exóticos es una de las primeras cosas que debemos hacer. En algunos lugares además puede ser obligatoria la identificación del conejo con microchip. Este trámite también lo realiza el veterinario.
Cuarentena
Antes de juntar a la conejo con otros conejos se debe mantener una cuarentena. A no ser que ya venga con todos los protocolos sanitarios al día, no es conveniente juntarlo con otros conejos hasta haber completado todo el protocolo sanitario y haber esperado al menos 2 semanas de cuarentena. Los conejos pueden tener parásitos internos o externos, hongos o enfermedades vírica o bacterianas que no hayan dado síntomas aún. Especialmente si vienen de tiendas, criadores o de la calle pueden enfermar al poco de llegar. Si el conejo viene con todos los protocolos sanitarios al día cumpliremos entonces los tiempos necesarios para su adaptación sin estrés. Siempre debemos observar con especial atención al conejo las primeras semanas para detectar síntomas sutiles que puedan indicar algún problema de salud.
Comprobando estado de salud
Conviene revisar y observar al conejo los primeros días en casa. Hay problemas que podemos detectar antes de ir al veterinario y podremos comentárselos en la visita. También es útil tener una lista de cuestiones que debemos comentar con el veterinario en la revisión.
En casa:
Observar comportamiento. Debemos ver si come bien y con apetito. También es importante fijarse si se mueve correctamente, si anda bien, si salta. Es normal que al principio se muestre desconfiado o miedoso pero debería relajarse en la primera semana.
Revisión general. Observar estado general del pelo y la piel. Mirar si hay heridas o bultos. Revisar si está limpio o tiene restos de orina o heces. Los ojos y la nariz deben estar libres de secreciones. Revisar las orejas. Palpar para comprobar exceso falta de grasa corporal. Las patitas deben estar libres de pododermatitis o heridas.
Peso. Pesamos al conejo. Esta operación la haremos una vez a la semana durante toda la vida del conejo.
Corte de uñas. Si las uñas están largas y sabemos hacerlo, debemos cortar las uñas. Si no nos atrevemos, el veterinario puede enseñarnos cómo hacerlo.
Observar las heces. Las heces deben ser de buen tamaño y redondeadas. Observaremos si presentan pelo o son demasiado blandas. También estaremos atentos por si no ha comido los cecotrofos. Cualquier anomalía debemos comentarla con el veterinario.
Cepillar y quitar nudos. Pasados unos días en casa podemos intentar cepillar al conejo. En caso de que el pelo presente nudos es posible que sea más sencillo cortarlos que deshacerlos. Esto lo debemos hacer con mucho cuidado o dejar que lo haga el veterinario.
En el veterinario
Comentaremos con el veterinario cualquier observación que hayamos hecho en casa. Cualquier pista puede llevar a que recomiende más pruebas en busca de problemas específicos. Además hay algunos puntos que conviene tener presentes:
Dentadura. El veterinario revisará la dentadura desde la boca, pero hay muchos problemas que no se pueden detectar aunque se mire bien el interior de la boca. Si hemos detectado anomalías al comer, sobre todo heno, debemos comentarlo con el veterinario por si creyera conveniente hacer radiografías.
Análisis de heces. Si no se ha hecho antes, se debe hacer un análisis de heces. Los parásitos intestinales más frecuentes en conejos son los coccidios. Son muy peligrosos para gazapos pequeños y no se eliminan con las desparasitaciones rutinarias que dan algunos veterinarios. Necesitan un tratamiento específico. Además cualquier parásito se puede contagiar a otros conejos de la casa. Es importante que el análisis de heces sea negativo antes de juntarlo con otros conejos. Cuando vayamos al veterinario llevaremos heces de 3 días consecutivos para analizar.
Vacunas. Si las vacunas están indicadas y disponibles en nuestro país se deben poner tan pronto como el veterinario lo crea oportuno. Para saber más sobre vacunas de conejos consulta el artículo: Vacunas para conejos.
Esterilización. Si has adoptado en una protectora es muy posible que tu conejo ya esté esterilizado. Si no lo está, es un procedimiento muy recomendable. El veterinario te indicará cuándo es el momento adecuado dependiendo de la edad y estado de salud del conejito.
Parásitos externos. Si hemos detectado que el conejo se rasca, tiene calvas o descamación, debemos comentarlo para que el veterinario pueda hacer un diagnóstico y poner un tratamiento. Nunca se deben aplicar antiparasitarios por nuestra cuenta ya que hay algunos que son letales para los conejos. Tampoco son necesarias las desparasitaciones si no hay evidencia de parásitos.
Prueba de E. cuniculi. El Encephalitozoon cuniculi es un parásito que se encuentra muy extendido entre los conejos mascota y que puede estar latente muchos años sin causar problemas. Hay personas que prefieren saber si conejo es positivo para tomar ciertas precauciones que eviten el desarrollo de la enfermedad en épocas de estrés. La prueba se hace a través de extracción de sangre.
Otras Analíticas. Como complemento a la revisión veterinaria standard, se puede pedir una analítica de sangre que nos dará más datos sobre el estado de salud. En conejos mayores de 5 años es muy recomendable o en conejos que presenten un aspecto muy descuidado o incluso desnutrido.
Introduciendo a la familia
Evitemos el estrés
El conejo debe ir conociendo al resto de animales y personas que viven en el hogar de forma progresiva y minimizando el estrés.
Las presentaciones que suelen presentar más retos y estrés son las presentaciones de otros conejos. Pero otros animales de la casa o los niños pequeños también pueden ser muy estresante para ciertos conejos. En caso de conejos muy miedosos o con pobre socialibilización previa, incluso los adultos o niños mayores pueden provocar mucha ansiedad.
Es importante que nos tomemos el tiempo que cada conejo necesite. Las presentaciones serán progresivas, lentas y nunca todas a la vez. Iremos observando las reacciones del conejo y su evolución para decidir cómo proceder o si necesitamos dar un paso atrás.
Presentando personas
Durante la primera semana minimizaremos el contacto con el conejo. Es mejor que al principio solo se ocupe del conejo una persona. Cuando tengamos que acercarnos a ponerle comida o limpiar lo haremos con movimientos lentos intentando no asustarlo. Si se acerca a nosotros le daremos una chuche sana o un pellet de pienso. Si no se acerca podemos lanzarlo a donde esté, el caso es que vaya a asociando nuestra presencia a un premio. Poco a poco se irá acercando un poco más. Primero el contacto solo será con una persona, después se pueden ir acercando más personas. hay que observar cómo reacciona el conejo con cada avance que hacemos. Si detectamos demasiado estrés es bueno dar un paso atrás.
Nunca debemos coger al conejo o levantarlo del suelo si no es estrictamente necesario. Los conejos por instinto asocian esos actos a una ataque de un depredador. Para mover al conejo a algún lugar es mejor que lo atraigamos con comida.
Niños pequeños
Los niños menores de 6 años pueden ser más impredecibles y algunos no tendrán el control necesario para no asustar al conejo. Debemos supervisar las interacciones muy de cerca y acabar con el acercamiento si observamos que el conejo se siente intimidado. Es importante para la futura convivencia que el conejo no se sienta asustado o amenazado por la presencia de los niños. Así conseguiremos que se acerquen confiados y no los asocien con emociones negativas. Al igual que los adultos, los niños deben respetar los tiempos del conejo dejar que el animal se acerque a ellos por iniciativa propia. Nunca se les debe dejar que lo intenten coger o levantar del suelo. Ofrecerles una golosina sana suele ser la mejor manera de ganarse su confianza.
Presentando otros animales
Si en casa viven perros, gatos u otro tipo de animales distintos a conejos la clave para una presentación exitosa es que el conejo no se sienta agobiado o asustado.
Depredadores
Los animales depredadores como perros, gatos u hurones son un peligro potencial para un conejo. Por lo que debemos ser conscientes de que poner en contacto un depredador y una presa es una situación potencialmente peligrosa para la presa. Se necesita conocer al animal que se tiene en casa y qué posibilidades tenemos de tenerlo controlado en las interacciones. Si tienes dudas contacta con un profesional.
Animales pequeños
Si queremos presentar un animal más pequeño a nuestro conejo existe la posibilidad de que el conejo pueda herir al otro animal, también existe la posibilidad de lo contrario. Por ejemplo, algunas especies de roedores pueden mostrarse agresivas al asustarse por la presencia de un conejo. Pero en un hipotético enfrentamiento la peor parte se la suele llevar el animal más pequeño. No es recomendable que el conejo conviva con roedores, en caso de querer presentarlos se debe hacer de forma segura a través de una reja que no permita mordiscos.
Cobayas
Es muy habitual que los conejos se quieran juntar con cobayas. Se piensa de forma errónea que se hacen compañía. Lo cierto es que los cobayas deben vivir con cobayas y los conejos con conejos. Un conejo no se beneficia especialmente de la presencia de un cobaya como compañero, lo que necesita es un individuo de su especie. Lo mismo ocurre con un cobaya. Mezclar ambas especies tiene sus peligros. Por ejemplo puede ocurrir que los conejos ataquen a los cobayas, lo contrario es menos habitual. Un conejo agresivo puede hacer mucho daño a un cobaya. También existe la posibilidad de que el conejo sea portador asíntomático de la bacteria Bordetella brochiseptica, que produce infecciones respiratorias serias en cobayas pero no suele provocar problemas a los conejos.
Presentando otros conejos
La presentación de un nuevo conejo a conejos que ya viven en casa puede ser la parte más complicada. Aunque no siempre ocurre, no es raro que las presentaciones lleven cierto tiempo y que pongan a prueba nuestros nervios.
En nuestro artículo sobre presentaciones puedes encontrar unas pautas básicas de cómo proceder.
Adaptación de la dieta
Los cambios de dieta en conejos no deben hacerse nunca de forma brusca. Lo ideal es saber qué estaba comiendo nuestro nuevo conejo antes de llegar a nuestra casa para poder hacer la transición paulatinamente. Si es posible, podemos pedir el pienso que esté comiendo, sobre todo si no vamos a seguir usándolo y solo necesitamos un poco para la transición.
La introducción de plantas frescas (plantas silvestres, de jardín o verduras) debe hacerse de una en una para ver si alguna le sienta mal.
Antes de cualquier cambio de alimentación es importante descartar la presencia de parásitos intestinales mediante un análisis de heces (como hemos indicado en la sección sobre protocolo sanitario). Los cambios de alimentación son un reto para la flora intestinal que puede estar debilitada por la presencia de parásitos.
Si el conejo ha tenido una alimentación muy mala, es posible que no acepte bien los cambios o incluso que no quiera comer. Se debe pesar al conejo al menos 1 vez por semana para evitar bajadas bruscas de peso que pueden afectar al hígado y causar problemas graves. Es preferible alargar la adaptación que causar un mal mayor.
Para saber cual es la dieta correcta para conejos consulta el artículo sobre alimentación básica.
Consúltanos cualquier duda que te haya quedado después de leer este artículo.